lunes, 28 de febrero de 2011

Ministra francesa de Relaciones Exteriores dimite

Ministra francesa de Relaciones Exteriores dimite

La ministra francesa de Relaciones Exteriores, Michèle Alliot-Marie, presentó su dimisión el domingo en una carta dirigida al presidente Nicolas Sarkozy, luego una serie de fallos cometidos en relación a la revuelta en Túnez.
"Le pido que acepte mi dimisión", escribió Alliot-Marie en la carta.
Sarkozy la reemplazó con el ministro de Defensa, Alain Juppe, un veterano conservador que ya fue primer ministro y jefe de la cartera de Relaciones Exteriores en la década de 1990. (dpa,reuters)

jueves, 24 de febrero de 2011

Día de la Bandera


• El 24 de febrero de 1937 se realizó la primera conmemoración pública del Día de la Bandera
A la bandera se le ve con afecto, pero no se conoce su historia ni la normatividad que la rige; constituyen circunstancias de patrimonio cultural que debemos rescatar, indicó Adriana Berrueco García, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.
Es un factor de cohesión nacional, sobre todo por cuestiones de tipo deportivo, y nos distingue como integrantes de un conglomerado social; “de hecho, desde la época prehispánica los mexicanos nos identificamos con estandartes. Descendemos de personas trabajadoras, sabias, respetuosas de la naturaleza, y tenemos que resurgir como nación”, abundó.
El 24 de febrero de 1937, recordó, se realizó la primera conmemoración pública del Día de la Bandera, frente al monumento a Vicente Guerrero, “el primer militar que le rindió honores, en el juramento del Plan de Iguala”.
“Esta efeméride debe servir para estimularnos y salir adelante, debemos trabajar y cumplir nuestras responsabilidades cívicas, básicamente”, estableció.
Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales
Expedida el 8 de febrero de 1984, la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales establece las características que deben tener estos símbolos. Contiene las reglas para cantar el himno, norma las entregas del lábaro patrio a delegaciones deportivas, estipula su uso en embajadas y consulados, vehículos oficiales y la utilización de emblemas extranjeros en nuestro territorio, entre otras disposiciones.
Además, señala dos tipos de sanciones: las que incluye esta ley, de tipo administrativo, como multas y hasta un arresto de 36 horas, y las del Código Penal Federal, para quien los agravie. En el caso de las penas administrativas, explicó, la Secretaría de Gobernación es el órgano encargado de aplicarlas.
Está estrictamente prohibido, enfatizó, utilizar la bandera para fines publicitarios o mercantiles. Si los ciudadanos la usan de ornato en casa, debe tener impreso el escudo en blanco y negro. El texto legal establece que se debe promover, desde el nivel preescolar incluso, el respeto a los símbolos patrios.
El escudo
La imagen del águila, que devora a una serpiente sobre las nopaleras del lago de Tenochtitlan, se aceptó como escudo nacional a partir del Soberano Congreso Constituyente, en el decreto expedido el 14 de abril de 1823, “conforme al diseño que usaba el gobierno de los primeros defensores de la Independencia”, de acuerdo al documento.
En 1916 fue ratificada esa disposición, pero no existía una representación única del escudo nacional, hasta el decreto presidencial del 5 de febrero de 1934, a partir del cual se depositó el diseño oficial en el Archivo General de la Nación, en el Museo Nacional de Historia y en la Casa de Moneda.
El 12 de marzo de 1968, se expidió la Ley sobre el Uso del Escudo, la Bandera y el Himno Nacional; “de hecho, se comisionó al artista plástico Francisco Eppens Helguera la creación del escudo vigente hasta hoy”.
En 1984, esa normatividad fue relevada por la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, reformada en 2008 para establecer, de “manera clara y tajante”, que el escudo nacional no puede alterarse para cuestiones oficiales.
Los arqueoastrónomos mencionan que el escudo refiere a un fenómeno que sucedió durante la fundación de Tenochtitlán; de acuerdo a la simbología de los mexicas fue un mensaje de los dioses. El águila encarna el poderío de tipo militar y se utiliza desde la bandera del Ejército Trigarante.
Los colores
El 24 de febrero de 1821 se proclamó el Plan de Iguala y se constituyó el Ejército de las Tres Garantías, representadas con un estandarte tricolor: verde, que significaba independencia de España; blanco, religión, y rojo, unión entre los habitantes del país.
El simbolismo cambió por la secularización nacional, encabezada por Benito Juárez. Entonces, el verde se relacionó con la esperanza; el blanco con la unidad, y el rojo con la sangre de los héroes.
La Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales no otorga un significado oficial a los colores. Alfred Znamierowski proporciona las siguientes explicaciones en su libro The World Encyclopedia of Flags: verde, esperanza; blanco, pureza, y rojo, religión.
La llamada Cuarta Bandera Nacional, vigente en la actualidad, fue adoptada por decreto el 16 de septiembre de 1968, y confirmada por ley el 24 de febrero de 1984. Es una adaptación del diseño aprobado en 1916, donde la representación del águila cambió de frente a perfil izquierdo.
El Himno Nacional
El Himno Nacional surgió en 1853, en el último gobierno de Antonio López de Santa Anna, quien convocó a un concurso para su creación. La normatividad vigente incluye su letra, partitura y música; además, prohíbe expresamente que se ejecute, toque o cante con arreglos distintos a los estipulados.

miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Una nueva moneda Internacional?

Michel Camdessus: "Es necesario introducir una nueva moneda internacional"

 

El dólar ha perdido relevancia como moneda internacional a causa del enorme déficilt comercial y de la balanza de pagos de EE. UU. Según expertos, debe aparecer un nuevo referente, pero, ¿cuál?

 
El sistema monetario internacional necesita, según el antiguo director del Fondo Monetario Internacional, Michel Camdessus, una reforma radical. “En los mercados de divisas se producen una y otra vez fluctuaciones excesivas”, dice, dice Camdessus, que hoy asesora al jefe de Estado francés y presidente el G-20, Nicolas Sarkozy, en una entrevista con el periódico alemán Die Zeit. Según Camdessus, el curso de las monedas a menudo “no tiene nada que ver con los datos económicos marco”, por lo cual sería recomendable introducir un nuevo anclaje monetario.
La conferencia monetaria internacional de Breton Woods, en New Hampshire, EE.UU.La conferencia monetaria internacional de Breton Woods, en New Hampshire, EE.UU.Un referente de ese tipo ya existió, pero hace mucho tiempo. En el verano de 1994, los EE. UU. invitaron a una conferencia monetaria y financiera internacional para reformar la economía mundial, quebrantada por la Segunda Guerra Mundial, a la ciudad de Bretton Woods, en el Estado de New Hampshire. Allí se estableció un nuevo orden económico y financiero y se fundaron el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El primero, para ocuparse de la reconstrucción en Europa y en los países en vías de desarrollo. El segundo, para estabilizar a aquellos estados cuya moneda estaba bajo presión a causa del déficit económico interno.
El dólar: un ancla en medio de la tormenta
El mayor éxito de los Acuerdos de Bretton Woods, sin embargo, fue lograr que los Estados coincidieran en establecer al dólar como moneda de reserva internacional, y que dicha moneda estuviera cubierta por su valor en oro. Dado que EE. UU. dispone de dos tercios de las reservas en oro del mundo, el dólar era entonces una buena alternativa como moneda de referencia.
Es por eso que, después de la 2ª Guerra Mundial, EE. UU. no sólo se convirtió en una potencia, política y militarmente hablando, sino que también asumió el liderazgo económico y financiero a nivel internacional. En esa época, la economía mundial estaba en orden: había cursos fijos de divisas, bajos intereses, y el dólar era reconocido mundialmente como moneda de cambio.
Stephan Schulmeister, investigador del Instituto Vienés de Investigación Económica, mira hacia atrás con cierta nostalgia: “Cuando los tipos de cambio son fijos, y la tasa de interés es baja, cuando las bolsas de valores duermen y los precios de las materias primas son estables, entonces, en el mundo de las finanzas, nadie puede enriquecerse con la especulación”, describe Stephan Schulmeister la situación en los años 50 y 60.
“Bajo tales condiciones, el afán de ganancia sólo se plasmaba en la economía real, y así es como se produjo un boom económico, hubo pleno empleo, se desarrolló del Estado social, y todo en un marco de constante disminución de la deuda estatal”, explica el experto.
Fin de un referente monetario
Lo malo fue que al 36º presidente de EE. UU., Lyndon B. Johnson, se le ocurrió la idea de sacar de un aprieto a las fuerzas de ocupación francesas en Vietnam enviando miles de millones de dólares a la guerra. A eso se sumó que el país vivió su primer déficit comercial del siglo XX. Pronto, los préstamos en dólares ya podían ser cubiertos por el oro, y países como Gran Bretaña y Francia exigieron que se convirtiera sus excedentes de dólares en el noble metal. Y eso hizo que disminuyeran las reservas de oro estadounidenses.
El 15 de agosto de 1971, Richard Nixon, entonces presidente deRolf J. Langhammer, vicepresidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel.Rolf J. Langhammer, vicepresidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel. EE. UU., anuló la obligación de convertir el dólar en oro para aliviar la balanza comercial de ese país, lo que produjo que se diera vía libre a los tipos de cambio. Eso, a su vez, llevó a un cambio fundamental en el sistema financiero, explica el investigador vienés. “El capitalismo pragmático fue desterrado por el capitalismo financiero”, lo que trajo consecuencias fatales, ya que “tales condiciones, es decir, tipos de cambio inestables, tasas de interés altas e inseguras, mercados financieros en alza y en baja, y precios fluctuantes de materias primas, hacen que florezca la especulación”, subraya Schulmeister.

Consecuencias fatales
Richard Nixon, ex presidente estadounidense.Richard Nixon, ex presidente estadounidense.Desde entonces, nuestro sistema financiero internacional está desacoplado de la realidad. La economía mundial no dispone de una escala de valores mundialmente reconocida. La creación de dinero se basa en la adjudicación de crédito por parte de bancos privados y ya no está ligada a la realidad material. La digitalización del dinero, gracias al desarrollo tecnológico, posibilita además la transmisión de grandes sumas en forma de datos. A causa de eso, han aumentado enormemente las transacciones especulativas de divisas. Actualmente, sólo un cinco por ciento de todas las transacciones monetarias corresponden con un intercambio real de bienes y servicios, y un 95 por ciento son de carácter especulativo.
Ante este panorama, se plantea la cuestión de si sería mejor retornar a los años 50. “Por supuesto que no”, dice Stephan Schulmeister. “Tenemos que lograr que se valorice y se remunere mejor la conducta empresaria que la especulación financiera. Y en los últimos 30 años ha estado sucediendo justamente lo contrario”, añade.
El ex presidente del FMI, Michel Camdessus, argumenta del mismo modo. “Desde la quiebra del sistema monetario luego de Bretton Woods, en los años 70, nuestro orden económico ya no cuenta con un punto de referencia”, dijo Camdessus a Die Zeit.
Y no se avizora otra moneda referencial
El dilema parece no tener solución. Al faltar una moneda deHu Jintao, president de China, llega a la cumbre del G-20 en Toronto.Hu Jintao, president de China, llega a la cumbre del G-20 en Toronto.referencia, el dólar sigue siendo, a falta de mejor alternativa, la moneda internacional. Según el jefe de Estado chino, Hu Jintao, un sistema financiero dominado por el dólar no tiene futuro. El liderazgo del dólar estadounidense es “un producto del pasado”, dijo Hu en conversación con el Washington Post y el Wall Street Journal, poco antes de su encuentro con el presidente estadounidense, Barack Obama, en la cumbre realizada en enero. Pero Hu Jintao tampoco sabe cuál es la moneda que podría remplazar al dólar.
Ante este panorama, especular acerca de un nuevo orden económico no tendría sentido, según creen algunos expertos en el asunto. “Necesitamos una moneda internacional”, dice, por ejemplo, Rolf Langhammer, vicepresidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel, “pero esa moneda sólo existe en forma de dólar”, agrega. Y ese es el dilema de los chinos, que son acreedores importantes y hablan mal del dólar, pero, al mismo tiempo, lo apoyan. “En tanto no se resuelva este dilema, no necesitamos hablar de un nuevo orden monetario global, ya que no será posible ponerlo en práctica”, concluye el experto.
Autor: Rolf Wenkel/ Cristina Papaleo
Editor: José Ospina Valencia

viernes, 18 de febrero de 2011

Una alternativa al Canal de Panamá

Colombia y China en pos de una alternativa al canal de Panamá

 

Colombia y China quieren construir una línea férrea del Atlántico al Pacífico. ¿Podría ser ésta una alternativa al Canal de Panamá?

 
Al Canal de Panamá podría salirle competencia; según un informe publicado por el Financial Times, Colombia tiene en mente construir una vía férrea de 220 kilómetros de largo entre el Pacífico y el Atlántico. El proyecto colombiano no sólo incluye la construcción de una alternativa al hasta el momento insustituible Canal de Panamá, sino también el tendido de una red ferroviaria de unos 800 kilómetros en total. El millonario proyecto incluye trabajos en el puerto de Buenaventura, en la costa pacífica colombiana. 
Colombia no está sola
Para sus planes, Colombia cuenta con el apoyo de China. El costo del paquete total roza los 7600 millones de dólares, suma que provendría del China Development Bank. Así, China Railway Group dirigiría la obra. “La idea está bastante madura”, declaró el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, al Financial Times.
Xu Schicheng, especialista en América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales, ve con buenos ojos el proyecto. “De esta manera, Colombia puede vender sus productos a China y a otros países asiáticos. A la vez, China puede enviar sus productos directamente, por vía marítima, a Colombia”.
Los centros industriales están en la costa atlántica colombiana.Los centros industriales están en la costa atlántica colombiana.
Las relaciones comerciales entre ambos países se han desarrollado, en los últimos 30 años, a alta velocidad. El año pasado, la balanza comercial rozó los 5000 millones de dólares. Con ello, Pekín se convirtió en el segundo socio en importancia para Bogotá, después de Estados Unidos. Y es que el país sudamericano tiene para ofrecer muchas cosas que a la potencia asiática le interesan. Por ejemplo, una buena cantidad de riquezas en su subsuelo.
Subsuelo interesante, carencia de infraestructura
Colombia, el cuarto productor mundial de carbón y níquel, posee reservas petrolíferas de más de 1500 millones de barriles y más de 100 mil millones de metros cúbicos en reservas de gas. Estos recursos son el producto de exportación número uno de Colombia, carbón y gas conforman un tercio de sus exportaciones.
“Aunque China posee grandes reservas de carbón, le hacen falta más hidrocarburos; además tiene que diversificar sus fuentes. La situación en Cercano Oriente no es estable y para China se trata de detectar fuentes más seguras”, afirma Xu Schicheng.
Uno de los principales problemas colombianos es la falta de infraestructura. Los centros de producción de energía y de almacenamiento se encuentran en la costa atlántica. Y dado que no existen medios de transporte de una a otra costa colombiana, el comercio tiene que hacerse a través del Canal de Panamá. La construcción de una línea férrea, entonces, sería de interés mutuo.
“Por supuesto que a China le interesa crear esta vía, que a la vez abre el acceso a las reservas de carbón; para éstas, Colombia siempre ha buscado mercados”, afirma Günter Maihold, especialista en la región de la Fundación para Ciencia y Política (SWP) de Berlín.
Un viejo sueño
Con todo, la realización de esta vía es complicada y sus costos, muy altos. Para unir ambas costas, hay que atravesar la selva, controlada en parte por la guerrilla. Además, llevar la carga por vía terrestre sobrepasaría en precio a su transporte a través de Panamá. Es decir, sólo un transporte de alta velocidad podría ser una competencia real al Canal. Por esto, Maihold mira con escepticismo el magno proyecto: “A menudo ha habido planes de construir el llamado “canal seco”, sea a través de Nicaragua, a través de México o como ahora atravesando Colombia”. Ya 60 años después de la construcción del Canal, se pensaba en un tren que uniera ambas costas, pero en los cálculos siempre ha pesado que el transporte por vía marítima resulta bastante más barato. Por eso, así Maihold, “no abrigo demasiadas esperanzas de que llegue a convertirse en realidad”. 
Autor: Christoph Ricking/Mirra Banchón
Editora: Emilia Rojas